Comienzo de la enésima parte de mi vida, pues tantas oportunidades me ha dado como yo, mortales saltos sin red. No soy un tahur, ni una sirena, ni un hada, no soy más que agua y polvo, ni los caballos, ni las plantas necesitan mucho más. Y sobreviven
viernes, 9 de marzo de 2012
Será que como ahora soy rubia... (por voluntad propia)
Será que cómo ahora soy rubia... (por voluntad propia) hay quién piensa que realmente soy muy boba... y hasta ahí puedo leer (Gracias, querida Mayra) Abrimos telón:
No tengo palabras suficientes ni tan bellas para expresar lo que todos vosotros me hacéis sentir; "tantas" porque sois much@s los que estáis y "bellas" porque no siempre pueden serlo; hay ocasiones en las que es mejor guardar la misericordia en el doblez de la manga y, como tantas veces he oído, "dejar la última palabra por decir", cosa que a mi carácter le cuesta horrores, pero me resultan palabras sabias, sobre todo para, como hoy, dar por terminada la última batalla de la última guerra. Otras vendrán, no lo dudo; de índoles varias, como es de ley, pero me encontrarán aún mirando al cielo en mi tejado, con la guardia subida y la misericordia en la manga.
Pero esas ocasiones (entre otras cosas porque así me lo pidieron) es mejor olvidarlas o, al menos, dejarlas y no removerlas, hay sustancias, que cuanto más se mueven, peor huelen. Pues eso.
En cambio, el cumplir un año más, poder celebrarlo, y dar brincos (sí, a veces doy brincos) de alegría por los regalos, las llamadas, (yo en mi línea) incluso las ausencias (no todas, también es cierto), por los mails,las fotos, por el sol espléndido,incluso por las flores obligadas. Por la continuidad de una vida que se quiso detener y no hubo manera, me produce una satisfacción que no hay barro ponzoñoso que me borre la sonrisa.
No, hoy no volveré a la carga, pero ya avisé en su momento, me mantendré así mientras continúe el silencio silbando en las alamedas, no tentéis a vuestros propios destinos, nunca me desharé de mi daga que, por cierto, tampoco se templó hundiéndola en el barro.
Creo que nunca fui consciente de mi suerte, de mi buena suerte, con recorte presupuestario incluido, nunca fui tan libre como ahora, viviendo en casa de mis padres; nunca fui tan cabal como ahora que necesito a mi psicólogo para templar mi pulso; nunca fui tan feliz como ahora (soy capaz de repetirlo inconscientemente unas 5 ó 6 veces en 1 hora) que me dejo arropar por los que están y son, sin que me resulte un signo de debilidad.
Seguro que a alguien no le parece bien, ("porque soy yo sola la que está saliendo de todo esto"), pero es que sin TOD@S vosotr@s seguro que seguiría llorando por teléfono a quién pudiera oírme desde un Ausbitch cualquiera.
Por eso, GRACIAS, porque este cumpleaños no se me olvidará, seguro.
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ResponderEliminarMe quito el sombrero.
ResponderEliminarCarmen, querida, has provado a pensar antes de escribir, es que me molan tus segundos comentarios, pero los primeros también me llegan al móvil. Tía, tú y tus pocas ganas de hablar de tí...jajajajaj. Grácias tesoro.Pero, precisamente tú, no descubres nada nuevo.
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